Lo psicológico es lo mejor que tiene el tratamiento. Me ayuda a pensar antes de hacer las cosas mal en si me conviene tirar todo a la basura o no. En hacer borrón y cuenta nueva cuando como algo que no debo. Y eso no lo podía hacer antes. Si salía de la dieta pensaba que -ya está- y lo dejaba, ahora no. Ahora automáticamente vuelvo a la rutina. Y pensar a la obesidad como una enfermedad que está muy ligada a las emociones. Eso tampoco lo sabía.